Benjamín, joven de 21 años que acaba de llegar exhausto y confuso de la facultad, facultad que por ahora no es necesario aclarar cuál, ni profundizar en el tema sería oportuno, Avril, joven adulta se podría decir, de unos 22 años, empleada en una firma importante y destacada, que tuvo un día laboral normal, tranquilo, se recuesta sobre su cama de dos plazas, en su departamento silencioso, donde hasta el revoloteo de una mariposa se podría escuchar, luminoso, espaciado, toma sin vacilar el teléfono inalámbrico y marca el numero de él, sabiendo que lo va a ubicar sin dudas en su casa, Benjamín atiende el teléfono al segundo timbre y sentado en una cómoda silla de cuero, con un simple café cortado en sus manos y mirando entre las cortinas de una ventana que tiene en frente de él, una fina llovizna, y dice.
Benjamín-. La verdad que en momentos tengo la necesidad de mandar la facultad lo más lejos posible, no porque me arrepienta de mi elección, si no por el placer de no tener que verles las caras a varias personalidades de la misma
Avril-. En toda carrera, en toda vida sobran personalidades grotescas, repugnantes, odiosas, intolerables, pero no son excusas suficientes para tan gran acto
Benjamín-. Sé que es un impulso descabellado si queres decirlo de alguna manera, pero impulso al fin, pero que se repose en mi mente, no quiere decir que vaya a suceder
Avril-. Si, ya se, te conozco y sé cuánto puede haber de realidad en una simple “afirmación” tuya
Benjamín-. De tantos miércoles que hay en un año, me llamaste justo éste, jaja, pero bueno, lo peor ya paso, es solo que no entiendo cual es el beneficio que tiene un profesor, cualquiera, no puntualizo, de complicarle la existencias a sus alumnos, ¿le dará placer, satisfacción, les dará un orgasmo que son tan felices con eso?, ¿será una forma indebida de “purificar” a los futuros colegas o matriculados?
Avril-. No sé que le provocara y a qué nivel entorpecerle la carrera a alguien, pero algunos lo tomas como un hobby el ser docente, no poniéndose encima esas ideas que plasmo Sarmiento sobre la educación
Benjamín-. No me vengas a idolatrar a Sarmiento, yo respeto a todos los “hitos” históricos de nuestra historia, como la de la historia mundial, pero nunca te olvides esto, LA HISTORIA LA ESCRIBEN LOS GANADORES, o sea que siempre vas a tener solo un punto de vista de la historia, y Sarmiento tiene sus muertos en el placar, Chacho Peñaloza es uno, que tuvo la muerte menos digna y civilizada, pero mejor no entrar a hablar de “próceres” porque no sé si hallaremos uno digno de ese titulo
Avril-. Te tocan el botón incorrecto y salís con todas tus letras se podría decir, jaja
Benjamín-. Y bueno, no tolero la ignorancia y los retrógradas. En fin, te agobie tanto con mi situación que no te pregunte porque llamabas
Avril-. Simplemente llame para escucharte, para escuchar una voz familiar que me termine de relajar, mientras sigo recostada, mientras me deleito con tu suave tono
Benjamín-. ¡Gracias!, pero háblame de tu día, el que motivó a tu cuerpo, a cada musculo que lo conforman, a decir “basta, necesitamos recostarnos un simple momento”
Avril-. Es que llego sorprendentemente a la conclusión de que no se si fueron los músculos o él musculo el que me motivo a estar viviendo estos segundos, por suerte lentos, tan lentos que me atrevería a decirte que el tiempo se detuvo, que las gotas de lluvia están congeladas en el aire de la ciudad, que las mínimas ráfagas de viento que había, ya no existen
Benjamín-. ¿Sera posible que exista en el universo, esa manera, esa forma de poder desacelerar tanto el tiempo hasta lograr detenerlo?, ¿poder lograr retroceder el tiempo a esos momentos que te cambian la vida tan radicalmente, para evitarlos?, si fuera posible, estaría en este momento pagando por eso
Avril-. ¿Muchas cosas cambiarias en tu vida?
Benjamín-. No sé si cambiaria algo, pero si se que reviviría muchas, y no tengo duda que detendría el tiempo en muchas otras por venir, para disfrutarlas más detalladamente, tal vez, ¿pero cambiar?, no, es mejor darse cuenta a tiempo de las cosas y cambiarlas sobre la marcha, algo que todos dicen querer, pero que nadie hace
Avril-. Todos tienen la posibilidad en las manos, y no pasa de eso, una POSIBILIDAD, tengo otra llamada, dame un minuto.